Por el cinco de enero,
Cada enero ponia,
Mi calçado cabrero,
En la ventana fria.
...
Nunca tuve zapatos,
Ni trajes, ni palabras
Siempre tuve regatos,
Siempre penas y cabras.
...
Por el cinco de enero,
para el seis, yo queria,
Que fuera el mundo entero,
Una jugueteria.
...
Ningún rey coronado,
Tuvo pié, tuvo gana,
para ver el calçado,
De mi pobre ventana
...
Toda gente de trono,
Toda gente de botas,
Se rió con encono,
De mis abarcas rotas.
...
Rabié de llanto,
Hasta cubrir de sal mi pié,
Por un mundo de pasta,
Y unos hombres de miel.
Miguel Hernández
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario